Moka con plumas
La respuesta, un poco más abajo.
Eso es lo que he hecho esta mañana. He salido de casa y he ido al parquecito, bueno, la placita-parque que tengo al lado de casa, en Alfonso el Magnánimo. Porque en Valencia, en las plazas hay árboles, y por tanto pájaros... son como parquecitos. Al contrario que en Castellón, que los parques son parkings, y las plazas, también. Bueno, el caso, he estado recorriendo Alfonso el Magnánimo, y luego la Glorieta, buscando plumas.
Si siempre nos parece que las calles están sucias y que la gente es super guarra y que los barrenderos no dan abasto, pues hoy no. Los muy... eficientes... habían hecho tan bien su trabajo minutos antes de que yo llegara, que me ha costado muchísimo encontrar unas pocas plumas que valieran la pena... Lástima, porque la verdad, pensaba que sería coser y cantar: llegar, encontrar plumas por doquier, recogerlas, y para casa. Pero no. He estado 50 minutos peinando la zona para recoger unas cuantas.
Cosas curiosas que he visto, por allí, por el suelo, en los jardincitos o entre los setos: huevos pequeñitos, algunos eclosionados, otros no, caídos de los árboles. Pero eran muy pequeñitos... ¿de ahí salen pollitos que luego se convierten en palomas? Vaya usted a saber... En cualquier caso, era tierno y triste a la vez. Luego, un pajarito precioso, con las plumas como doradas y ocres, más grande que un gorrión pero más pequeño que una paloma, muerto, tieso en el suelo, como encogidito, y con una pata levantada... Las plumas me habrían venido de perlas, desde luego, eran preciosas; pero evidentemente no he osado mancillar su cadáver. La segunda vez que he pasado por allí ya no estaba. Algún barrendero, o algún perro, que habrá tenido menos miramientos que yo. Pero lo más extraño que he descubierto, junto a un banco, ha sido... un montón de mejillones!!! Las cáscaras, se entiende, bueno, las conchas. Allí, abandonadas, tras un buen banquete. Al vapor, parecían... Muy fuerte. La gente es muy guarra.
Acabada la recolecta de plumas, y a 30 metros de mi casa, a eso de las 11 y cuarto, he pasado por el Starbucks que, ya, por fin, han abierto justo en la acera de enfrente, al ladito al ladito :-) Y... cómo no... (prueba irrefutable de que los Dioses son cínicos, sarcásticos, y se ríen a nuestra costa): allí estaba mi barista. Enorme sonrisa según yo entraba por la puerta:
- Buenos díias... esteee... cómo era tu nombre?
- Hola... Sergio... - la verdad, esto ha sido lo que más me ha sorprendido. Por una vez, no se acordaba de mi nombre.
- Seergio, síi, Seergio, buenos díias, qué tal? Diime, qué quieres tomaar?
- Un moka blanco, tall, por favor...
Según escribe mi nombre en un vasito de cartón con rotulador negro, y a voz en grito:
- Mooka blanco talll para Seergioooo!!
Le pasa el vasito a su compañera, que estaba a 50 cm, y ya a mí, que saco el billetero del bolsillo:
- Bueeno, quée tal Seergio, cómo te vaa?
- Bien... - igual ha sido por la recolecta de plumas, igual por el pingpong que sabía que me iba a echar después... me he arrancado - La verdad es que estaba esperando con ganas que abrierais ya este Starbucks, porque vivo justo aquí al lado, y el de San Vicente me pillaba un poco lejos...
- Ah síi? Ah, quée bieen.
- Sí. Es que vi que lo estaban reformando - antes, en ese local estaba mi tienda de montañismo, que usaba una vez al trimestre, o así... el Starbucks lo usaré... pfff... Pongo un billete de 50, y una moneda de 10 céntimos sobre el mostrador - y pregunté en el otro, y me dijeron que tardaríais dos semanas, pero ya os retrasábais.
- Ahá.
- Y bueno, ayer por la tarde vi que estaba abierto ya, y pasé. Pero no nos dejaron entrar.
- ¿Andaaa y esoo?
- Había una chica en la puerta, nos dijo que era una inauguración privada, que no podíamos entrar sin invitación.
Apurado, y en parte mosqueado, contesta:
- Oooh, noo, pero me hubieras buscaado a míi, y habríais entraado, claaro...
- Ah. - sorprendido... francamente - Ah, pues no se me ocurrió. - ¿cómo se me iba a ocurrir? - Como dijo que era una fiesta privada y que sin invitac...
- Noo, pero yo te hubiera dejaado pasaar... Oooh... - y aquí, viene lo bueno - No, no, pues la próxima vez me buscaas... Deja, hoy te inviito yo al cafée... - y mueve el billete y la moneda hacia mí.
- ¿?
- Sí, sí, te inviito al cafée, Seergio.
Yo, sorprendido, pero inesperadamente juguetón, quizá previsor:
- Vale, oye, pues ehh... muchas gracias. - Cojo el billete y la moneda y los guardo.
- De naada, hoombre, qué lastima, me hubieras buscado y...
- Gracias, en serio, muy amable. - Mi sonrisa de viernes. =-) Y la suya. =-) Detrás de mí, un chico alto y su novia se impacientaban.
- De naada, de naada, Seergio.
Me aparto a un lado, sosteniéndole la mirada a mi barista, y el chico con la novia empieza a pedir. El barista, necesariamente, aparta su mirada de mí y atiende al chico. Al final de la barra, su compañera me tiene el café preparado:
- ¿Moka blanco para Sergio? - asiento, y me lo tiende, con una bonita sonrisa de viernes también ella.
- ¿Me lo puedes poner para llevar, porfa? - y lo fuerte es que realmente he dicho "porfa"... luego pensaba en ello...
- Sí, claro =-) - lo prepara para llevar - Aquí tienes, que pases un buen día =-)
- Gracias, igualmente.
Vuelvo a pasar por delante del mostrador. El barista atiende a alguien.
- Gracias, ¿eh? Muy amable.
- De nada Seergio, nos vemos. <-) - Sonrisa de late viernes.
- Ciao, nos vemos.
Una hora después, entraba en Teleco con la mochila de clase llena de ropa, la bufanda, el bolso del portátil cruzado en un hombro, y en el otro la bolsa de deporte con el carcaj y las flechas asomando por fuera, y en la mano, el vaso de cartón aún templado de café. Tras el último sorbo a mi moka blanco del viernes, he tirado el vaso a una papelera y he subido las escaleras sonriendo :-)
¿Que para qué quería tantas plumas?
Pues el chico ha sido tremendamente majo. En serio. Porque no tenía porqué, ya ves tú, si la inauguración era una fiesta privada, pues ya está, allá ellos, era privada... pero bueno... la verdad es que se lo ha currado. Es un buen barista :-) Eso sí. A ver si me entero de cómo se llama... ¿Los del Starbucks llevan una chapita con su nombre? Nunca me he fijado...