Pensamientos (2) Política kitsch y autoridad moral
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Y volviendo al tema, que me he desviado, como siempre, leo en el ADN que el pensador Rob Riemen alerta sobre el fenómeno de la política kitsch, situándla como mayor peligro para Europa, por encima del fundamentalismo islámico y el terrorismo. Dice que por primera vez desde los años 30, los extremos políticos están en pleno auge, y sí, en Suiza la xenófoba UDC sorprende por sus aplastantes resultados electorales (yo que lo hacía un país serio...), y en Polonia, los hermanos Kaczynski (que no Karamazov, lástima...) también dan caña (aunque uno acaba de ser derrotado en las urnas).
A este lado de los Pirineos, en Cataluña la cosa se radicaliza cada vez más. Carod dice que él no es nacionalista, sino independentista, que el modelo de España ha fracasado y tal, y que a él no le interesa más (vale, a él no, ¿y a los catalanes?). En Euskadi, pues ya sabemos... los que se dicen de extrema izquierda resulta que son extrema derecha, aunque se nieguen a asumirlo valiente, o humildemente, pero aparte de eso, es que se dedican a matar a la gente, de izquierda o de derecha, cual bebé berreante con una metralleta en la mano. Y la extrema derecha de toda la vida, de momento en la oposición, pues se alía con los empresarios en lugar de con los ciudadanos, claro, y a base de alusiones, hace el primo negando el cambio climático. Lo peor es que al día siguiente sale la Botella, experta naturalista como sabéis por lo de las peras y las manzanas, a defender a Rajoy diciendo que el PP promulga el respeto al medio ambiente desde un ámbito mucho más amplio que el calentamiento global. ¿Qué hay más amplio que el efecto que los humanos estamos provocando en todo nuestro planeta? ¿Se os ocurre algo más amplio que eso? ¿Quizá el PP ha empezado a preocuparse, sin decírnoslo, de la chatarra espacial? (que sí que es un problema medianamente serio, y también va en auge, y no se crea, que los telecos tenemos asuntillos con eso, pero en fin...) Zaplana, experto naturalista también, no hay nada más que ver el parque temático de Terra Mítica, vergel en mitad del monte que fagocita dinero sin saber cómo, o los campos de golf de la comunidad valenciana que usan el agua que antes bebíamos, o los babilónicos jardines de los chalets todo a lo largo de la costa, también ha tapado el asunto diciendo que si cortina de humo que si tal que si cual. Claro. Que no es lo que están haciendo intentando tapar la cagada mayúscula de Rajoy, ¿no? Aguirre, para colmo, califica las declaraciones de bromita. ¬¬ Lo de esta mujer ya se sale de cualquier baremo.
En fin, la clave del asunto (de Sagunto), es la siguiente pregunta: en Europa, y en España, ¿quién tiene hoy la autoridad moral en nuestra sociedad?
¿Quién tiene autoridad moral? Para legislar, para gobernar, para conducir un país... (para juzgar está claro que los jueces... pero, últimamente, algunos hacen gala también de una falta de ética acojonante). Al fin y al cabo, y de base, los políticos no son nuestros jefes, nosotros somos los de ellos, que no es lo mismo. O así debería ser, y la gente debería saberlo. Que no funcionan, no hacen bien el trabajo que les hemos encomendado, pues a la calle. Tal cual. Nuestro problema, absolutamente dramático, es la lacra del bipartidismo.
Desengañaos. Ya no tenemos política. La democracia se ha convertido en un juego, con todas las letras, pero un juego engañoso, corrupto y equívoco, donde la única posibilidad de cambio y protesta, o acaso mejora, recae en el voto de castigo... Qué tristeza. Qué involución, desde Grecia. La democracia necesita regenerarse.
Confío... no, confío no. Mejor, espero, quisiera, tengo la ilusión (pobre iluso) de que UPD deshaga este bipartidismo. Y de paso, evite que el partido bisagra en las Cortes represente únicamente a "unos pocos" ciudadanos, y dicte el destino de los 40 millones, como ocurre ahora. Es un partido plural... la cabeza política, Rosa Díez, demasiado socialista para el PP y demasiado conservadora para el PSOE, y Vargas-Llosa, por ejemplo, representan un sector de centro-derecha afianzado. Savater y Boadella, la corriente de izquierdas. Y se han aliado. ¿Por qué? Porque para ellos "izquierda" y "derecha" dejan de tener sentido cuando se sitúan ante el progresismo (ser progresista en oposición a ser reaccionario). ¿Estamos por fin ante la utópica situación que describió Platón como única posibilidad de gobierno, y de verdadera concesión de autoridad moral a la clase política, precisamente? O bien los políticos se vuelven filósofos (la humanidad ha venido intentándolo desde hace tiempo... y ha fracasado estrepitosamente), o bien los filósofos se vuelven políticos (normalmente, no hay ninguno que quiera serlo, y no es de extrañar, semejante merienda de negros, mundillo corruptor). Entran en juego mil factores, y no quería extenderme tanto. ¿Tendrán aguante? ¿Nos salvarán de la clase política tal como la conocemos? ¿Ilusionarán a la población mostrándoles que es posible la convivencia, e incluso la cohesión política, entre personas en principio opuestas ideológicamente, pero maduras, responsables, y con voluntad de hacer funcionar mejor el país?
La realidad, hoy, es que la autoridad moral la ostentan políticos y celebridades desprovistos de valores éticos. Y lo más triste (que ya es tela) es que si es así, es porque nosotros lo permitimos.
A este lado de los Pirineos, en Cataluña la cosa se radicaliza cada vez más. Carod dice que él no es nacionalista, sino independentista, que el modelo de España ha fracasado y tal, y que a él no le interesa más (vale, a él no, ¿y a los catalanes?). En Euskadi, pues ya sabemos... los que se dicen de extrema izquierda resulta que son extrema derecha, aunque se nieguen a asumirlo valiente, o humildemente, pero aparte de eso, es que se dedican a matar a la gente, de izquierda o de derecha, cual bebé berreante con una metralleta en la mano. Y la extrema derecha de toda la vida, de momento en la oposición, pues se alía con los empresarios en lugar de con los ciudadanos, claro, y a base de alusiones, hace el primo negando el cambio climático. Lo peor es que al día siguiente sale la Botella, experta naturalista como sabéis por lo de las peras y las manzanas, a defender a Rajoy diciendo que el PP promulga el respeto al medio ambiente desde un ámbito mucho más amplio que el calentamiento global. ¿Qué hay más amplio que el efecto que los humanos estamos provocando en todo nuestro planeta? ¿Se os ocurre algo más amplio que eso? ¿Quizá el PP ha empezado a preocuparse, sin decírnoslo, de la chatarra espacial? (que sí que es un problema medianamente serio, y también va en auge, y no se crea, que los telecos tenemos asuntillos con eso, pero en fin...) Zaplana, experto naturalista también, no hay nada más que ver el parque temático de Terra Mítica, vergel en mitad del monte que fagocita dinero sin saber cómo, o los campos de golf de la comunidad valenciana que usan el agua que antes bebíamos, o los babilónicos jardines de los chalets todo a lo largo de la costa, también ha tapado el asunto diciendo que si cortina de humo que si tal que si cual. Claro. Que no es lo que están haciendo intentando tapar la cagada mayúscula de Rajoy, ¿no? Aguirre, para colmo, califica las declaraciones de bromita. ¬¬ Lo de esta mujer ya se sale de cualquier baremo.
En fin, la clave del asunto (de Sagunto), es la siguiente pregunta: en Europa, y en España, ¿quién tiene hoy la autoridad moral en nuestra sociedad?
¿Quién tiene autoridad moral? Para legislar, para gobernar, para conducir un país... (para juzgar está claro que los jueces... pero, últimamente, algunos hacen gala también de una falta de ética acojonante). Al fin y al cabo, y de base, los políticos no son nuestros jefes, nosotros somos los de ellos, que no es lo mismo. O así debería ser, y la gente debería saberlo. Que no funcionan, no hacen bien el trabajo que les hemos encomendado, pues a la calle. Tal cual. Nuestro problema, absolutamente dramático, es la lacra del bipartidismo.
Desengañaos. Ya no tenemos política. La democracia se ha convertido en un juego, con todas las letras, pero un juego engañoso, corrupto y equívoco, donde la única posibilidad de cambio y protesta, o acaso mejora, recae en el voto de castigo... Qué tristeza. Qué involución, desde Grecia. La democracia necesita regenerarse.
Confío... no, confío no. Mejor, espero, quisiera, tengo la ilusión (pobre iluso) de que UPD deshaga este bipartidismo. Y de paso, evite que el partido bisagra en las Cortes represente únicamente a "unos pocos" ciudadanos, y dicte el destino de los 40 millones, como ocurre ahora. Es un partido plural... la cabeza política, Rosa Díez, demasiado socialista para el PP y demasiado conservadora para el PSOE, y Vargas-Llosa, por ejemplo, representan un sector de centro-derecha afianzado. Savater y Boadella, la corriente de izquierdas. Y se han aliado. ¿Por qué? Porque para ellos "izquierda" y "derecha" dejan de tener sentido cuando se sitúan ante el progresismo (ser progresista en oposición a ser reaccionario). ¿Estamos por fin ante la utópica situación que describió Platón como única posibilidad de gobierno, y de verdadera concesión de autoridad moral a la clase política, precisamente? O bien los políticos se vuelven filósofos (la humanidad ha venido intentándolo desde hace tiempo... y ha fracasado estrepitosamente), o bien los filósofos se vuelven políticos (normalmente, no hay ninguno que quiera serlo, y no es de extrañar, semejante merienda de negros, mundillo corruptor). Entran en juego mil factores, y no quería extenderme tanto. ¿Tendrán aguante? ¿Nos salvarán de la clase política tal como la conocemos? ¿Ilusionarán a la población mostrándoles que es posible la convivencia, e incluso la cohesión política, entre personas en principio opuestas ideológicamente, pero maduras, responsables, y con voluntad de hacer funcionar mejor el país?
La realidad, hoy, es que la autoridad moral la ostentan políticos y celebridades desprovistos de valores éticos. Y lo más triste (que ya es tela) es que si es así, es porque nosotros lo permitimos.
Cicerón denunciando a Catilina, de Cesare Maccari, 1880 (también conocido como Cicerón hablando en el Senado).
[ Mañana más... ]
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3 comentarios:
UPD es un partido nacionalista y de derechas, una replica del PP para atraer votantes del PSOE. Por cierto tal y como funciona la ley electoral en España lo único que puede lograr ese partido es quitar escaños a IU y otros partidos minoritarios, fomentando de esta forma el bipartidismo.
Ya desarrollare esto un poco mas, que ahora me voy al curro y luego al hospital... esta tarde ingresan a Vic, mañana o pasado nace la niña si o si.
estpy bastante de acuerdo con wild runner seguramente el upd no acabara con el bipartidismo sino q lograra quitarles votos a otros partidos minoritarios!
Lo del pp no tiene nombre cada vez q hablan es peor se podrian coser la boca y seguro q ganarian credibilidad jejeje
Gracias, Wild.
Mi opinión sobre UPD y el fin del bipartidismo, la expreso en Pensamientos (3). El asunto es que, insisto, aunque no acabara con él, les prefiero a ellos como partido pactador para constituir gobierno que a los nacionalistas catalanes. Confío mucho más en que su papel haría avanzar el país que lo que lo pueden hacer Carod y compañía, y no digamos Durán i Lleida.
Y, si de hecho pasa la situación de PSOE 43%, PP 43%, IU 4%, a un hipotético PSOE 38%, PP 43%, UPD 9%, y pactan con el PSOE, yo más a gusto que un arbusto, la verdad. Siempre he sido anti-PSOE. Lo cual no quiere decir anti-socialista, ni mucho menos. Eso sí, soy pro-Zapatero, de momento.
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