lunes, 8 de octubre de 2007

Vértigo

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Hoy, con Nutxo, a raiz del análisis de responsabilidades y compromisos para la próxima semana, revisada la agenda de la anterior, y tras la típica conversación de media hora en la que decides en un momento dado el resto de tu vida, o al menos, tu futuro inmediato de los próximos 2 años, me ha venido a la cabeza una película del 58 de Hitchcock, que por supuesto os recomiendo que veáis si no lo habéis hecho ya: Vértigo. Con James Stewart y Kim Novak.

Vértigo.
(Del lat. vertīgo, -ĭnis, movimiento circular).
1. m. Med. Trastorno del sentido del equilibrio caracterizado por una sensación de movimiento rotatorio del cuerpo o de los objetos que lo rodean.
2. m. Med. Turbación del juicio, repentina y pasajera.
3. m. Apresuramiento anormal de la actividad de una persona o colectividad.
~ de la altura.
1. m. Psicol. Sensación de inseguridad y miedo a precipitarse desde una altura o a que pueda precipitarse otra persona.
[Fuente: Diccionario online de la RAE]

Así que, ¿qué distingue al vértigo de un simple mareo? Según la RAE y la Wikipedia (que dice que es "una alucinación en la percepción del movimiento. El paciente siente que las cosas dan vueltas alrededor suyo o es él quien gira alrededor de las cosas. Generalmente es de carácter rotatorio y se puede acompañar de manifestaciones vegetativas (náuseas , vómitos, sudoración). Puede ser central o periférico."), parece que la clave está en ese movimiento, en esa sensación de giro, de que el mundo va demasiado deprisa y uno quiere bajarse, como en esa canción de Ismael Serrano.

Vértigo, que el mundo pare,
que corto se me hace el viaje.

Una inspección visual rápida al buscador de imágenes de Google proporciona una buena selección de esas típicas imágenes vertiginosas, o sea, con mareo y giro y movimiento y tal. No obstante, hay distintos tipos de vértigos. ¿No?

Está el vértigo físico, el de la altura. El que te da miedo y acojone y... vértigo, cuando te asomas a un precipicio, que a mí nunca me ha pasado pero que mucha gente lo tiene, o a un balcón alto, que sí que me pasa y cada vez más, no sé porqué, o cuando miras a la cubierta desde el puesto de vigía de un mástil de un barco pirata... que puede pasar, y en cuyo caso el Capitán te asignará mejores cometidos dada tu condición de grumetillo. Para este vértigo, lo mejor es una biodramina y prudencia...

Está también el vértigo académico-profesional. Que es el que inició toda esta reflexión. A veces, varios acontecimientos importantes (y/o urgentes) en tu vida laboral suceden todos de golpe y porrazo, y te dejan stunneado, aturdido. Y aún así, tienes que decidir, casi de inmediato. Y eso es lo que te provoca el vértigo. Con este tipo de vértigo hay que andar con cuidado. Normalmente se pasa rápido, en cuanto uno toma las decisiones oportunas. Ojo los libra, que tienden a tomar decisiones con dilación, pensando en todas las posibilidades e intentando prever por qué sendas llevará cada camino, o a qué encrucijada conducirán los atajos.... y a veces se pasan (nos pasamos).

Y luego está el peor vértigo de todos. El vértigo emocional. Que puede surgir por muy distintas razones; por nombrar unas pocas: pérdida inesperada de seres queridos, conflictos derivados del descubrimiento de la identidad sexual, sentimiento de desubicación o soledad, y más frecuentemente aún, las relaciones. A veces, por el ritmo excesivamente rápido de una relación que empieza (cuidado, no hay que precipitarse... pero tampoco hay que ser excesivamente cobarde, o libra). Otras veces, por una relación fallida. Razón que aunaría la pérdida inesperada de un ser querido, el sentimiento de desubicación y soledad, e incluso en algunos casos el descubrimiento de una nueva identidad sexual. Por suerte, eso último no es tan frecuente. El caso es que con este vértigo sí que hay que ser extra-careful, y no sirven las biodraminas ni los seguros ni nada de nada. Hay que ser racional para poder aislar el motivo del malestar, pensar friamente, aunque cueste, y tomar decisiones...

Si no, el vértigo puede adueñarse de uno y sumergirlo en un horrible torbellino de tribulaciones autodestructivas. Puro Thánatos. Y no. En la vida, queremos Eros.
Al menos, yo quiero Eros.
Por un tubo...
(no literalmente, claro).


Preparando las efemérides de mañana me he enterado de que el 8 de octubre de de 1917, Trotski fue elegido Presidente del Soviet de San Petersburgo, y el 8/10/2004 murió Derrida, de quien ya he hablado alguna vez aquí, padre de la filosofía y teoría de la Deconstrucción. Por si os interesa.


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Now playing: Pereza - Frágiles
via FoxyTunes

3 comentarios:

NUTXO dijo...

UFF vertigo q entra de golpe y porrazo xo q se va poko a poko analizando las cosas con calma y serenidad, aunque en mi caso tb se va no pensando en nada de lo que me provoca el vertigo.
Supongo q ya me tocaba que no habia tenido nunca vertigo y ahora es el momento de enfrentarlo de cara y q se pase no?
Bueno con calma q ya sabes q los libras tenim que repenar muxo segun que cosas jeje
besitos

nesi dijo...

Yo d vértigos, me los quedo todos. Todos. El académico-profesional, mucho. El emocional, ni te cuento. El vértigo físico me pasó alguna vez... aunq más q por desequilibrio es por inseguridad, por miedo a caer, a dejarse caer. Me pasó la primera vez q subí al Penyagolosa... y me pasa cada vez q voy a Peñíscola y miro como rompe el mar en la muralla, desd lo alto.

Pero, vamos, yo es q me mareo fácilmente con cualquier cosa q me importe, ya te darás cuenta (o ya te has dado cuenta). Pero sin birras, no hay cuentos...

Más besos!

BarakKhazad dijo...

Pues sin cuentos, no hay birras! :P
XD

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