martes, 21 de agosto de 2007

Crónica del 4/08/07 - Al otro lado de la frontera

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A la mierda con el sofá-cama. Hemos dormido como perros, pero we gotta' start moving! Tras unirnos los exiliados y los señoritos, desayunamos todos juntos en casa de Vio, subimos las maletas a Priscilla y nos ponemos en marcha. Destino: Zagreb, capital de Croacia. El asunto es que el viaje está planeado primero Croacia y luego Eslovenia. Violeta lleva ya tiempo en Eslovenia y se lo conoce, pero el sur de Croacia no, así que vamos todos juntos para allá los primeros días, y luego a finales haremos un periplo por Eslovenia sin Vio, que ella se queda en Krško para un campamento al que irá.

La frontera está casi a las puertas de casa. Nos paran, claro, para hacer el control de pasaportes. Le largamos los nueve panfletos y el guardia pasa lista y le saludamos cuando nos nombra (o mejor dicho, nombra algo parecido a lo que podría ser nuestro nombre y/o apellido en una curiosa mezcla) desde dentro de la furgoneta. Asombrosamente ineficaz, pienso, pero si a ellos les vale, a mí más que también. Total, que llegamos a Zagreb a una hora bastante prudencial. Peeerooo... es sábado. Y agosto. La ciudad parece desierta, a excepción de los turistas. Cambiamos dinero. Kunas. 7.25 por cada Euro. No está mal; y además, son bonitas ^_^

[NOTA: La palabra croata kuna hace referencia al animal conocido como marta. Aunque se piense que el nombre hace referencia a las monedas llamadas corona, el nombre se escogió porque hace referencia al uso de las pieles de marta como unidades de cambio en la época medieval. Fuente: Wikipedia]

Primera parada: Željeznički kolodvor, la estación de tren. Subimos hacia el casco antiguo atravesando una gran plaza (Trg kralja Tomislova - Plaza del Rey Tomislav), que a su vez da a otra (Trg Strossmayera) así en forma de bulevar. Rápidamente me viene a la cabeza Praga. Recuerda, en cierta forma. Es ese tipo de arquitectura centroeuropea, de grandes espacios abiertos y buscando la luz, edificios vetustos, tejados inclinados, chimeneas y buhardillas frías, húmedas pero adorables. Desde luego es mucho más sencilla que Praga, claro, menos majestuosa, pero sí tiene cierto aire de suntuosidad y grandeza, edificios compactos y muy serios que, aunque ajados, parecen no prestar atención al paso del tiempo. Tras el Palacio de la Academia, llegamos a la Trg bana Josipa Jelačića (Plaza del Ban Josip Jelačić - Ban es una especie de título nobiliario), una gran plaza central abierta cruce de calles y caos de tranvías, que huele a Europa fría e invernal que te cagas. Pedazo de estatua ecuestre con el menda lerenda en cuestión. Con sable desenvainado, mostachón y gorro con penacho. Es TAN austrohúngaro que me recuerda a las pelis de Berlanga... ^_^ Los edificios alrededor son clásicos, algunos modernistas. En el lado Este hay una pequeña fontana, Manduševac, donde los zagrabienses y los turistas tiran moendas formulando deseos... qué recurrente.

Hacia el otro lado quedan la Central de Correos, la Basílica del Sagrado Corazón de Jesús, la Plaza de los Grandes de Croacia, el Palacio de la Bolsa, el Banco Nacional de Croacia, el Pabellón de las Exposiciones, etc, etc, pero subimos directamente al mercado de Dolac. Se trata de una gran plaza, en realidad moderna, que tomó forma tras la "limpieza" de pequeñas callejuelas antiguas dejando un gran espacio abierto en el que se apiñan puestos de fruta y verdura, miel, quesos, y artesanía de madera. No nos podemos resistir, es TAN pintoresco... Nos aprovisionamos de queso, variado, uno ahumado, otro suave, otro curado; lo venden unas ancianas muy arrugadas y alegres. Ave de paso, cañamazo, lo sabemos, pero aún así es barato [y tengo que decir, después de haberlo comido, que estaba buenísimo, de vicio!].

Y ahora, el plato fuerte (en la literatura. A mí, personalmente, me encandila mucho más el mercadito de Dolac). La Catedral de Zagreb, dedicada a la Asunción de la Virgen y a San Esteban, después de sucesivas destrucciones y reconstrucciones, es ahora un majestuoso edificio, typycal orthodox, con dos imponentes torres neogóticas de 104 y 105 metros que flanquean la puerta principal. El interior, fastuoso, con un órgano y un coro dignos de esos sacerdotazos que tanto les encantan. También está allí el Tesoro del Episcopado de Zagreb, que parece que es mega toxo, y reliquias de unos cuantos santos, obispos y cardenales (hvala a todos y tal). Prohibido hacer fotos. Frente a la Catedral, una columna altísima eleva a la Virgen María y a cuatro ángeles, o arcángeles, no sé, sobre nosotros los mortales. Duelen los ojos al mirarla, y no precisamente de piedad. El oro, prístino, bruñido a diario, necesariamente, abruma. Muy al estilo ortodoxo.

Las calles Tkalčićeva, Radićeva y el Krvavi most (Puente Sangriento) nos llevan por un itinerario curioso hasta la Ciudad Alta. Las pequeñas casas gremiales se alternan con cafeterías ultramodernas y chill-out lounges de diseño. Vemos también los últimos restos de las antiguas fortificaciones y la muralla, la Puerta de Piedra, y a su lado, una curiosa estatua de San Jorge con el dragón muerto a sus pies. Pero las vistas curiosas no han acabado. Siguiendo las calles empedradas llegamos a la Iglesia de San Marcos, cuyo tejado luce los escudos de Croacia y Dalmacia y Zagreb formados con tejas multicolores. Una placa conmemorativa muestra la efigie de Nikola Tesla, el físico e ingeniero eléctrico [para los laicos, recordar que la unidad del Sistema Internacional de inducción magnética es el tesla]. Y para los frikis, un pequeño guiño en forma de taberna llamada Tolkien's House. El cartel, los batientes y las vidrieras; poco más. La Torre Lotrščak dispara desde hace más de cien años un cañonazo a las 12 en punto del mediodía, para que los zagrebienses pongan en hora sus relojes...

Tras el paseo por las altas colinas, comemos en un restaurante croata, no mal de precio. El dueño, curiosamente, está empeñado en que le escribamos en un papel el nombre de Sitges, pues estuvo hace años, dice, y le gustaría volver (anda que no! qué listo el tío!). Nos cuenta también una historia de un anciano centenario que combatió en el bando rojo en la Guerra Civil Española. Asombroso. Aprovechando que hay confianza, Winnie monta un lío de cables para poder cargar la batería de su cámara. Después, el helado de rigor. Atención, ¡¡mascarpone y nutella!! No apto para cardíacos. Delicioso para permisivos inconscientes como yo. Eso sí, no pidáis un coffee with ice porque os puede pasar lo que a Nutxo... que te saquen un café con una bola de helado de vainilla dentro...

Por la tarde recorremos la Ciudad Baja. La Plaza de Petar Preradović, poeta croata romántico, el Teatro Nacional y el Pozo de la Vida, la Universidad de Zagreb, orgullo y símbolo nacional, el Archivo Nacional, con un precioso y ultracuidado jardín, y finalmente, el Jardín Botánico, donde se cultivan 10.000 especies distintas de plantas y Patri pasa un buen rato buscando y fotografiando tortugaz, tortugaz y más tortugaz. De vuelta a la estación de tren, donde dejamos a Priscilla, la furgoneta (recuerdo), descansando, cuando ya creía que no podría conseguir comprar un Principito en croata para mi ávida colección personal (sábado de agosto por la tarde...), una pequeña librería en un mini-mall me salva de la derrota. [Lo siento, Nesi, sólo tenían uno, I swear!!] Es el segundo del viaje. El primero lo compramos en Venecia.

Nos dejamos cosas por ver, claro, pero la visita a la capital toca a su fin.
¿Creíais que había acabado el día? Noooooooo. Tres horas y media de carretera nos conducen a Split, puerto marítimo en la costa dálmata, al sur de Croacia. El plan es llegar hasta el extremo más lejano, y luego ir subiendo, de vuelta. Así que hoy el día es duro. Y las aventuras no han acabado.

Un retraso en la llegada a Split provoca que en el "hostal" hayan reasignado nuestras habitaciones. La regenta, una yonkarra de cuidado, tiene muy malas pulgas (probablemente, también de manera literal...) y diez minutos de negociación-discusión con ella y con su padre alcohólico acaban en que al final, dos por un lado (en el que me incluyo) y tres por otro nos podemos quedar en el hostal al que íbamos, en dos habitacioncitas, y los otros cuatro en otra habitación que también tienen disponible en un hostal a un cuarto de hora de allí. Bueno, está claro que esta noche no hay otra solución, así que nos conformamos con un desastre de plato de ducha de menos de medio metro y sin cortina (allá ellos, no soy yo quién fregará el suelo) con tal de no soportar más a la farlopera. El padre resulta ser más majo, inhibiendo su aliento apestoso a cerveza, y nos recomienda sitios donde ir y tal.

Un breve paseo nocturno por Split, ciudad Patrimonio de la Humanidad (mañana tendremos tiempo para verla decentemente), nos conduce al Peristilo del Mausoleo de Diocleciano, una placita rodeada de restos arqueológicos romanos. O sea, ruinas. Y donde hay ruinas, ya sabéis lo que hay. Gatos. Así que Winnie aprovecha para confraternizar con la población local [no es la primera, ni será la última vez del viaje...]. Cenamos sentados en los escalones de piedra del Peristilo, nosotros solos disfrutándolo todo. Qué gozada. De algún lugar cercano llega una música de violines... ¿Alguien ensayando en su casa? ¿Un músico ambulante en la terraza de algún bar que no vemos? La luz se cuela entre las ruinas y le confiere a la escena un aire místico inolvidable... La noche actúa de bálsamo. Y el salchichón y el jamón que traemos también, y el queso que hemos comprado en Zagreb. Menudo día más completo. Sólo falta...... vale, :) Patri, Farito y Vio aparecen doblando una esquina trayendo unas pivo (cervezas). El momento es solemne... Los españoles nos rendimos ante la comida y la bebida, es cierto. Pero es que el entorno acompaña tantísimo... Y, leches, que día tan agotador...
Luego, aparecen tres turistas borrachos, y se sientan en los escalones frente a nosotros. Uno toca una guitarra, y cantan Belatxao... ¿Puede ser esto real?

Ruinas romanas hasta donde alcanzan los ojos. Brisa marina nocturna. Embutido y buen pan, y mejor queso. Música que te transporta a algún lugar de un gran país... Cerveza fría. Serotonina. Caricias... Un pedacito de hogar, a miles de kilómetros de casa.
Hora y media más tarde estamos en la cama, dormidos.
[Paradoja o vudú. Nutxo tuvo que despertarme. Estaba teniendo la peor pesadilla de los últimos dos años. Entonces, el cuarto sueño es donde se resume todo.]

Fotos:
Molineras en Zagreb, Ciudad Baja.
Tomates en chocante y rigurosa formación, Mercado de Dolac.
Paseando por el Mercado de Dolac.
Comprando queso en Dolac.
Columna de la Virgen María, frente a la Catedral.
Yo, con la placa de Tesla.
Yo, en la taberna de Tolkien.
Maite, con una silla y una sombrilla muy florales.
Patri y Nutxo en lo alto de la Torre.
Neleta y Winnie, comunicándoseli.
Violeta y Farito, momento romántico en el Jardín Botánico.
Patri, dizguztada buzcando tortugaz.
Molineralidad y coentor.
Neleta, yo y Winnie, ya en Split.


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7 comentarios:

BarakKhazad dijo...

Este post me ha costado seis horas, seis, os lo creáis o no...

Fue un día MUY largo. Despertamos en Krško, en Eslovenia; pasamos la frontera a Croacia y visitamos Zagreb todo el día; después, viajamos tres horas y media hasta llegar a Split, y allí nos encontramos con el mogollón de las habitaciones y la niña de la farlopa... y después salimos a dar una vuelta por Split, post ducha, y cenamos en la plazita...

Recordándolo todo, y a lo largo de esta tarde de hoy, no sé qué ha pasado que hacia el final del post me ha cambiado el tono a una especie de cosa rara barruntina que qué sé yo... En fin...

Anyway, os recuerdo que podéis ampliar las fotos y bajarlas con buena calidad siguiendo los enlaces que pongo al final de cada post. Conducen a la colección de fotos en Flickr, donde también podéis dejar comentarios de cada foto individualmente.

Y de paso, también os recuerdo que esto es un blog, no una revista online. Así que también sería bonito que dejárais comentarios aquí, a algún post ^_^

Thx.

NUTXO dijo...

ohh si q fue un dia duro xo a la vez fue uno de esos dias q hay q vivir q no puedes dejar pasar, zagreb una ciudad fantasma los sabados x la tarde o al menos eso parecia, supongo q tb era xq es agosto, no se aun asi el mercado estaba lleno de algo especial, esas mujeres peculiares peculiares i autoctonas donde las haya, i los olores y los colores que alli se respiraban, frutas, verduras, quesos...
Ese cafe con hielo transformado en un cafe con helado!! vaya 2 dias de putear al nutxo jejejeje
Split la ciudad sin duda x excelencia, la gente decia q era una ciudad b, pero resulto ser preciosa, construida alrededor de ruinas romanas, increible xo real, la cena en la plaza con los violines, el embutido i los quesos i los borraxoa no la cambio x nada pintoresco pintoresco jejeje, i para pintoresca la familia del hostal de ella no diremos nada mas q la metadona no pueda decir i de su padre, que aunq alcoholico un encanto de hombre, pintaba mal al principio xo me encanto i x fin la 3a noche pude dormir como toca.
Un dia largo xo que merecio la pena bexitos!!!!

Anónimo dijo...

Por Dios Pupuru,permiteme q te complemente ciertas cosas.
Me sorprendió que en Zagreb encontyrásemos guias que hablasen en español. El jardín Botánico encantador, pequeñito pero encantador. Constantes canciones "religiosas de la mano de los Cotanda + Melendi" y payasadas. Pequeñas y continuas riñas entre gayufos y homofobicas....eso de que siempre ganais....
Y el gran descubrimiento de la manzana deshidratada!!!!BUAJJJJ
En cuanto a Split comentar que fueron unos bordes, aunque la ciuidad fue muy bonita. El encuentro de los 3 Pamplonicas que todos llevamos a lo largo del viaje gracias a su pegadizo accento y sus constantes acrobácias y juegos de mágia que nos enamoraron a todos. Bailar mango,mango,mango a las 8 de la mañana con gente desconocida y un pesao, mu pesao. Luis y Vio que casi no durmieron por ver el maravilloso Split.
Besos, os echo de menos

BarakKhazad dijo...

Bibiiiiiiii:
mango mango mango mango mango mango mango mango mango mango mango mango mango mango mango mango, bibi bibi bibi, bibi bibi bibi, bibi bibi bibi, bibi bibi bibi, bibi bibi bibi, bibi bibi bibi, ananas, ananas bananas MMMHHHHH :-)

Nutxo... la tercera noche... como toca? joder... no te dejé dormir por la puta pesadilla... :( lo siento... :'(

PS: MUERRRRRRRRRRTE CRUEL Y DOLOROSA para las manzanas deshidratadas!!!! 8o||||

V_v

Sergio Daniel Val Ruiz dijo...

Turismo, gastronomía, tradición, historia, historias, principito y anecdotas de los naturales del lugar, se puede pedir mas??

BarakKhazad dijo...

qtal... sexo salvaje?
weno, tmb hubo un poco... XD

Anónimo dijo...

Lo del sexo salvaje habla por ti, por que que yo sepa el resto nos comimos los mocos.....
Aunque te has dejado las risas, las canciones y los cariños...

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