Presentación: ♥ Nutxo ♥

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Nutxo es un ser multiforme. Igual que Beorn.
Nació como Iván, después se cambió el nombre a Ivanucho, luego a Nacho, e incluso fue
Narciso una temporada. En realidad no se trata de un caso de múltiple personalidad o desdoblamiento de identidades, producto de una mente enferma, ni mucho menos, sino que son simplemente diferentes caras de un mismo Cubo de Rubik que intercambia a placer y antojo... no de Nutxo, sino de sus amig@s, que son quienes le asignan el nuevo "nombre de la semana". Con tanto cambio, una vez, intentando revertir una transformación, se tornó inmaterial, etéreo. Eso le valió un nuevo epíteto para la colección: Natxgûl, el que no puede ser herido por ningún hombre. Aprovechando esa coyuntura (aunque el tiempo demostraría que no era del todo cierto...), y teniendo en cuenta que en el instituto se aburría un poco, decidió pasarse al lado rosa. En la misma linea, un encuentro casi fortuito, un viaje loco, un cariño naciente y una serenata de ronquidos, formaron un dulce cocktail del que salió un nuevo apodo: Pupuruk.

Una conjunción astral la noche de su concepción hizo que en su piel se formara un mapa de las estrellas en forma de pequitas y lunares, para que ningún navegante intergaláctico se perdiera jamás. Además, hay estudios que dicen que sus pezones forman parte de un sistema de posicionamiento global similar al GPS, sólo que menos exacto, pero aún están en fase de investigación...

Cuando se hizo mayor estudió Integración Social, porque deseaba compartir su enorme corazón, rollo Lamberto el León Cobarde (o espera... el del corazón no era el Hombre de Hojalata??) con los menos afortunados. Verdaderamente, es una de esas personas que sería capaz de fundir el hielo de Iceman o enternecer al avaro Señor Scrooge y salvar una vez más la Navidad... No es posible no entregarle un pedacito de tu corazón, igual que no es posible no aceptar en tu pecho un pedacito del suyo. Y aunque lo fuera, ¿quién querría hacerlo? Él es el Nútxcleo. El hardcore sobre el que se asientan los cimientos de los edificios del Callejón de los Milagros. Es una extraña fuerza, mística, empática, que te conquista y no te suelta...

Ahora está de vacaciones obligadas, pero curra en un piso tutelado con chicos con enfermedad mental, y en un picadero (no, no penséis mal) conduciendo sesiones de hipoterapia, pero de mayor quiere ser una diva negra y cantar música disco y broncearse con las luces de colores de los láser reflejados en las múltiples caras de las disco-ball. Un espejito por cada una de sus caras. Y todas ellas con la misma música, fabulosa, y el mismo buen rollo.
Don't stop the music, Pupuruk, let's dance tonight.
De todas maneras...

"Muchos testimonios lo proclaman: el callejón de Midaq fue una de las joyas de otros tiempos y brilló con rutilante estrella en la historia de El Cairo. ¿A qué Cairo me refiero? ¿Al de los fatimíes, al de los mamelucos o al de los sultanes otomanos? La respuesta sólo la saben Dios y los arqueólogos."

Fotos:
Nutxo Martini en el ferry a las Islas Kornati.
Nutxo y Maite, en la furgoneta, el día de Trogir.
What'sssss uuuup! Buscando alojamiento el día antes de Plitvice.
Sunset Nutxo, en Zadar.
Nutxo y Maite, a la orilla del lago, en Bohinj (en la canoa, Winnie y Faro).
Bad Boys, en Ljubljana, al lado del hostal.
Amor de Winnie, haciendo cola para cenar en Split.
Nutxo, once again, en el ferry a las Kornati.
Nutxo uuuh!, en la isla de Solta.
Con Winnie y Maite, en el vaporetto en Venecia.
Y Nutxo Sobado en el albergue de los pajaritos, en Bohinj.
Una más en Solta, Nutxo Martini.
Por último, Ñam! Argh! Grumpfff! Pupuruk devorando salchichón, de vuelta en Barcelona.

El texto, al final de la entrada, es el primer párrafo de "El Callejón de los Milagros", de Naguib Mahfuz.

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