Últimamente

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Últimamente ando algo perdido,
me han vencido viejos fantasmas,
nuevas rutinas,
y en cada esquina acecha un ratero,
para robarme las alhajas, los recuerdos,
las felicidades.

De un tiempo a esta parte
llego siempre tarde
a todas mis citas
y la vida me parece una fiesta
a la que nadie
se ha molestado en invitarme.

De un tiempo a esta parte
me cuesta tanto tanto tanto no amarte,
no amarte.

Últimamente ando desconcertado
así que ponte a salvo porque en este estado
ando como loco
y me enamoro de mujeres comprometidas,
llenas de abrazos,
llenas de mentiras.

De un tiempo a esta parte a mi amor propio algo le falta,
lo has dejado unos puntos
por debajo del de Kafka,
y la vida me parece una fiesta
a la que nadie
se ha molestado en invitarme.

De un tiempo a esta parte
me cuesta tanto tanto tanto me cuesta tanto
no amarte.

Últimamente planeo una huida
para rehacer mi vida
probablemente en Marte,
seguro que allí no hay nadie empeñado en aconsejarme:
Ismael qué te pasa,
no estudias no trabajas,
y qué vamos a hacerle
si es que últimamente ando algo perdido,
si te necesito.

Si de un tiempo a esta parte
me cuesta tanto tanto tanto me cuesta tanto
no amarte.

Han de venir tiempos mejores:
cometeré más errores, daré menos explicaciones
y haré nuevas canciones
en las que te cuente cómo últimamente
son tan frecuentes tristes amaneceres
ahogando mis finales,
repetidos, cansados,
miserables,
llenos de soledades.

De un tiempo a esta parte
me cuesta tanto tanto tanto me cuesta tanto
no amarte...

De Ismael Serrano, Últimamente, en La Memoria de los Peces, que por cierto, me encanta.

Últimamente no estoy comentando muchas noticias. De hecho, me he saltado varias bastante significativas. La razón es que, en general, siguen una tónica muy lamentable, y dan pocas ganas de hablar sobre ellas. Dan vomitera. Exceptuando unas pocas cosas alegres, como el Festival de Cannes, los Premios MTV de Cine, los preparativos para el Orgullo GLBT, el Ars Electronica y un par de asuntillos más, el resto vale más la pena mirar hacia otro lado, aunque no me suela gustar mucho hacerlo...

Una buena noticia es que, asombrosa e inéditamente, ¡ya han salido las notas de TDS! Y tanto Cryptogirl como yo hemos aprobado. Así que un par de hip, hip, hurras por nosotros! :-) Una no tan buena noticia es que, obviamente, we gotta keep going, y por mi parte, he empezado el Intensivo de CoCos (Comunicaciones Ópticas), así que paso a modo Biblio Bunker v3.3. Lo mejor estos días es tratar de mantenerse lo más al margen posible del mundo, pero entre terroristas, politicuchos, negreros emocionales, y otros macarras de la moral, la cosa está difícil. Por eso, cuando el panorama en Occidente está sombrío, suelo volver mi vista hacia Oriente. En concreto, sabéis que una de mis musas distractoras habituales es Japón. Me encantan sus concursos absurdos :-) ... en el fondo no se hacen daño...



Desde luego no todo lo que llega de Japón mola. Ni de China tampoco. Para nada. No obstante, también en la Europa más cercana, que a veces es asimismo la más extrema-damente alejada, encontramos motivos de risa y diversión. Parece que la costumbre iniciada por Yeltsin de comparecer en público borracho, más tarde seguida por Aznar, ha calado también en Sarkozy. ¿Cómo están ustedeeeeees? ¡Bieeeeeen!
Por su lado, Carmen Calvo, Ministra de Cultura, sigue las costumbres medievales que evocábamos hace unos días y se dedica ahora a las Justas de Caballería. Eso está bien. Pero estaría mejor que ningún niño de este país recibiera clases en barracones. Lo que ya no tiene nombre son las iniciativas gilipollescas del PP, cortina de humo total, como si no hubiera nada mejor que hacer, encima como respuesta a los deseos de los deportistas de... tóquese usted los cojones. Millones de ciudadanos en la calle clamando "Guerra no", y ellos, a la guerra; unos deportistas que dicen que les haría ilusión cantar, ea!, comisión al canto, sueldos, delegados, subsecretarios, mucha justificación, no vayan a pensar que nos rascamos el bocio y con sus impuestos hacemos lo que nos sale del ídem. Pues eso, lo que decía, que a un sector de España le preocupa más lo de las cancioncitas que el saneamiento del sistema judicial, la posición económica de los becarios, el control del aparato policial (supuestamente nos tenían que defender de... ¿y quién nos defenderá de ellos?) y por supuesto el trepismo personal.

Dicen que al mal tiempo, buena cara, y que hay que usar protector solar. Así que a eso vamos. A intentar ser felices en la medida de lo posible, como en Sao Paulo o en Amsterdam, sin renunciar a la consciencia de lo que pasa a nuestro alrededor, pero sin dejar que nos afecte negativamente en exceso.


Por cierto, falta muy muy poco para la entrada número 100 de este blog!!! :-D Se admiten sugerencias, comentarios, ideas... ¡Ah! Y también estoy volviendo a escribir la historieta aquella que quedó a medias...

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