viernes, 30 de marzo de 2007

El Rey de los Goblins

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Este relato es continuación de "El Lobo".
Gracias de nuevo a Fer por sus ilustraciones (exceptuando la segunda).

En su trono de piedra, en la cueva, el Rey de los Goblins espera. Soñoliento, cabecea mientras se adormece. Sus pensamientos se dirigen hacia el turbio recuerdo... Entre la vigilia y lo onírico, le parece escuchar una vieja cantinela... Rey de los Goblins, Rey de los Goblins, si estás por aquí, llévate a este niño bien lejos de mí!
El Rey de los Goblins vuelve a cabecear, y cierra lentamente los ojos...
Por fin, aparece doblando un recodo un escuálido goblin que entra en la pequeña cámara y se dirige hacia el trono, arrastrando los pies.
- Zeñor... - llama el recién llegado, con una vocecilla aguda y estridente.
El Rey de los Goblins duerme, roncando sonoramente. El goblin pequeño llega al trono y se detiene frente a su Rey, de proporciones descomunales en comparación a él.
- ¡¡Zeñor!! - ante el grito, el Rey de los Goblins se despierta sobresaltado.
- ¿Uhm-er? Hmm! - todo el mundo sabe que no es muy buena idea despertar a un goblin tan gigantesco... hay altas posibilidades de que al hacerlo, se encuentre más malhumorado de lo habitual. - ¡¡Grrrrrrrrrrrrrrr!! - el Rey gruñe, dejando a la vista cuatro tremendos colmillos, mientras se incorpora en su trono. - ¡Maldito zeaz, Burzhûk, erez un completo gandul! ¡Llevo horaz ezperando tu informe! - mientras dice esto, con una voz gutural y cavernosa, asombrosamente más grave que la del pequeño goblin que tiene delante, dirige a este un dedazo grotesco y acusador.
- Errrrr... - el goblin pequeño retrocede un par de pasos ante la postura de su Rey - Me ha zido difícil llegar hazta aquí Zeñor, loz huargoz no ze han moztrado muy dizpueztoz a colaborar con nozotroz...
- ¿H-hu? - el Rey de los Goblins, desde luego, no ocupa tal puesto por encontrarse entre los más sabios de su clan, sino más bien entre los más bestiales y descomunales. No obstante, la agresividad adaptativa es un recurso bastante común entre los goblins, y su utilización práctica se remonta a la noche de los tiempos...
- Hemoz perdido cuatro miembroz del grupo Zeñor... Loz huargoz noz atacaron en cuanto entramoz en zu territorio... Al parecer, eztaban ezperando nueztra llegada.
- Ya veo... Bueno, cuatro bajaz no ez mucho, ze pueden conziderar dañoz colateralez producto de una mizión arriezgada - el Rey de los Goblins no es sabio, pero a veces tiene momentos de lucidez que podrían hacer pensar que sí... Además, es de los pocos que sabe agrupar polisílabos y no perderse en la maraña de ceceos. - Loz huargoz zaben que zalimoz de laz cuevaz todaz laz lunaz crecientez para renovar nueztra alianza. ¿Por qué oz atacaron, entoncez?
- Conzeguimoz que hablaran con nozotroz dezpuez de devorar a nueztro primer batidor, Zeñor... - relata el pequeño goblin, con voz lastimosa y chillona - Rezulta que alguien, o algo, mató hace trez nochez a la única cria de Warghzam, el jefe del clan de huargoz. Para conzeguir eza información, loz huargoz noz exigieron entregarlez a otro de nueztroz guerreroz, para devorarlo, Zeñor. Pero por el mizmo precio noz contaron también que la perzona o ezpíritu que azezinó a la cria de Warghzam dezapareció zin dejar raztro alguno. Warghzam organizó partidaz de reconocimiento en el bozque, pero no encontraron nada, Zeñor...
- Um, bueno, ezo ez una mala noticia para Warghzam, dezde luego. Loz huargoz no zuelen tener demaziada dezcendencia, por zuerte para nozotroz. No obztante, zi Warghzam eztá enfadado, zu acuerdo de colaboración con nozotroz podría verze afectado, y ezo no noz conviene. - al decir esto último, el Rey de los Goblins se sume en graves cavilaciones... o esa sensación da. - No noz conviene en abzoluto...
El goblin pequeño parece confuso... aguarda frente al trono respuesta u orden por parte de su Señor.
- Burzhûk, ¿te pareció que Warghzam cree que nozotroz podemoz zer rezponzablez del azezinato de zu cría y por ezo oz atacaron? ¿Le vizte enfadado?
- Eztaba enfadado, zí Zeñor. Muy enfadado. Pero no creo que noz conzidere rezponzablez. Zi fuera azí, habría reclamado algo máz que otro de nueztroz zoldadoz para dejarnoz ir a loz demáz con vida, Zeñor. Dezpuéz de todo, era zu propia cría...
- Oh, entiendo... Ademáz de zanguinario y cruel, Warghzam ez un huargo anciano, zabe de zobra que ningún goblin podría haber entrado en zu territorio, haber matado a zu cría, y dezpuéz dezaparecer de allí zin dejar raztro...
- Ezo ez verdad, Zeñor...
El Rey de los Goblins parece considerar todos los datos de que dispone durante un momento... La ira de los huargos no es un tema que tomar a la ligera. Desde hace años los goblins de las cuevas de Arteizo tienen un acuerdo con los huargos del bosque, una especie de alianza. Consiste en que los goblins proporcionan alimento a los huargos, en forma de prisioneros humanos, enanos o elfos, capturados en tiempos de guerra, o de propios goblins "voluntariamente" sacrificados en tiempos de paz, y los huargos ayudan a los goblins en caso de necesidad, permitiéndoles montar sobre ellos. Todos los meses, en la quinta noche del ciclo lunar, ese pacto entre criaturas de la noche se reafirma... siempre que siga conviniendo a ambas partes, claro. O más concretamente, a la parte poderosa. En este caso, y con un margen de dominación considerablemente amplio, siempre que siga conviniendo a los huargos.
- Emmm... Haz dicho un batidor - el Rey de los Goblins vuelve a hablar, con su voz cavernosa y torpe. - ... un zoldado, y otro zoldado máz... - extiende una mano frente a él, y hace cuentas con unos rechonchos y grotescos dedos; saca uno, luego otro, y después otro... alza la vista de su mano y mira al goblin explorador - loz huargoz mataron a trez de vozotroz, ¿qué pazó con el cuarto?
- Oh, cuando volvíamoz de parlamentar con Warghzam y loz zuyoz tropezó con una raíz en el bozque, Zeñor, ze cayó al zuelo y la ballezta que llevaba ze le dizparó, atravezándole un ojo. Como gritaba mucho y corríamoz el riezgo de que loz huargoz lo oyeran, ze moleztaran y volvieran a buzcarnoz, lo matamoz y dejamoz zu cadáver allí, Zeñor.
- Hummmm, muy inteligente, Burzhûk, bien penzado. - el Rey de los Goblins esboza una extraña mueca, interpretable como una sádica sonrisa, enseñando sus colmillos. - Recuérdame conziderarte como lugarteniente perzonal una vez que Barzhâk, tu hermano, cauze baja.
- Graciaz Zeñor, ze lo recordaré.
- Bien puez deberíamoz azegurarnoz de que Warghzam quiera mantener nueztra alianza a pezar de la muerte de zu cría. Últimamente hay mucho movimiento de loz enanoz de laz colinaz, al ezte, y no noz intereza quedar dezprotegidoz en eze frente.
- Al rezpecto de ezo, Zeñor, lo que Warghzam dijo fue...
Un gran estruendo interrumpe de pronto la narración del goblin, ahogando su voz aguda y chillona. La pequeña criatura da un respingo, asustada. De algún lugar de la cueva llegan a esta cámara los profundos ecos del ruido, retumbando. El Rey de los Goblins se incorpora en su trono, el ruido inesperado le ha puesto en guardia... Poco a poco, los ecos remiten... Finalmente se vuelve a hacer el silencio en la cámara. El goblin pequeño temblequea y se cubre la cabeza con las manos, caminando en círculos, nervioso. El Rey de los Goblins permanece quieto, con los ojos entrecerrados, intentando agudizar su oído para captar algún indicio que le revele la razón o procedencia de aquel estruendo anterior. Pero todo es silencio... excepto...
- ¡Burzhûk! ¡¡El caztañeteo de tuz dientez no me deja ezcuchar nada!! ¡¡Zilencio, maldita zea!!
Burzhûk, el pequeño goblin, deja de dar vueltas, y se lleva las delgadas manos a la boca, para tapar el tembleque de los dientes.
- Lo ziento, Zeñor... - dice, más asustado que avergonzado.
- Grrrrrrr!!! - el Rey de los Goblins no está nada contento, desde luego. Esto es notorio por su ceño fruncido, su boca desviada, su abundante sudoración y gesto fiero y maligno.
De pronto llegan a la cámara sonidos de los pasadizos, mucho más cercanos que el anterior: son pasos apresurados, de varios goblins, y también se les oye gritándose cosas los unos a los otros. Tintineos metálicos y golpes de metal contra piedra. Los goblins están corriendo, no hay duda, y vienen hacia la Cámara del Trono. Ya se distinguen sus voces, están muy cerca: "
Corre, maldito imbécil, ¿qué quierez, que noz mate a todoz?", "Depriza, corred!!!!", "Ya corremoz, ya!!!", "¡No lo zuficiente!", "Dejadme pazar", "Zí, un cuerno de wyvern!!". Burzhûk mira sobresaltado a su Rey. El Rey le devuelve la mirada.
- ¿Pero qué demonioz ez todo eze alboroto? ¿Qué hacen ezoz guardiaz?- ruge enfadado. Los goblins siguen corriendo y acercándose, se oyen sus voces y ruidos metálicos cada vez más cerca. De repente, un intenso zumbido que llega por los corredores, y penetra en los oídos de Burzhûk y el Rey, y sobrepuestos, alaridos de terror de los goblins intentando escapar. Súbitamente, una violenta explosión sacude toda la cueva, haciéndola temblar. El goblin pequeño se tambalea y cae al suelo de la cámara. Un derrumbamiento, con su ensordecedor eco, y en la cámara desemboca una densa polvareda, acompañada de pequeños guijarros y unas pocas rocas que llegan rodando.
El Rey de los Goblins no da crédito. Con los ojos abiertos como platos, se dirige a donde yace Burzhûk, temblando como un flan, y le arrea una patada.
-¡¡¡Levántate!!!
El eco del derrumbamiento casi ha finalizado, pero ya no se oye a los guardias gritar ni correr.
- ¡Tú, Burzhûk! ¡Ve a ver qué paza ahí! - el Rey de los Goblins dirige una afilada garra hacia el pasadizo del que proviene todo el escándalo. Burzhûk mira en esa dirección, ve la polvareda aún no asentada, y el corredor perdiéndose en la oscuridad de la cueva. Mira de nuevo a su Rey, sin poder evitar el castañeteo de sus dientes... Ningún goblin es muy valiente, en realidad, pero la situación actual es como para pensárselo... El Rey no le da opción a ello, pues apunta amenazantemente hacia él una enorme y tosca lanza, varias veces más larga que la altura del pequeño goblin. Burzhûk da un respingo y comienza a dirigirse hacia el corredor, lentamente.
- ¡Vamoz, cobarde! ¡Ve a ver qué paza y vuelve a informarme! - la órden no admite réplica.
Burzhûk se adentra en la nube de polvo, y antes de doblar el recodo que conduce al pasadizo, mira suplicante hacia su Rey. Por única respuesta recibe un grosero ademán. Tras ello, se interna en el corredor y se pierde en las sombras.
El Rey sigue de pie, en la cámara, mirando furioso hacia el recodo.
Desde allí, un fuerte chasquido, un destello fugaz. Algo vuelve a venir rodando desde el pasadizo, abriéndose camino entre la nube de polvo, y se detiene bamboleando a los pies del Rey: una pequeña cabeza de goblin. Los ojos están muy abiertos, y la lengua fuera de la boca, a un lado, en una retorcida mueca de indescriptible terror.
- Burzhûk, ya no podráz zuztituir a tu hermano Barzhâk. - el Rey aparta la pequeña cabeza con el pie.
De las sombras y el polvo surge una figura, antropomórfica. El Rey retrocede ante su visión, atemorizado. La nube de polvo se disipa, poco a poco, revelando a un extraño personaje cubierto de la cabeza a los pies con una gruesa capa negra. De entre la oscuridad de su capucha mana de pronto una voz sibilante, de ultratumba, y amenazadoramente pausada:
- Pareece que uuna vezz máss la curiossidad mató al gobblinn... - el Rey, anonadado, no puede apartar la vista del pozo negro que es la capucha del recién llegado - y tú deebes de sser ssu Reey, ¿verdaad?
Presa del terror y con el rostro desencajado, el Rey de los Goblins retrocede vacilante ante el encapuchado, que da un paso hacia él:
- Luchaaráss para míiii...
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10 comentarios:

Anónimo dijo...

a mi el rey de los gooblins si no tiene un ojo de cada color y un peinado imposible
(y los gooblins tienen q ser teleñecos feotes, q si les kitas el casco q pincha apetezca abrazarles!!)
no me gussta!!!

:D :D :D

y si esta en el medio de un laberinto q flipas mejor aun! :D


Anónimo dijo...

you remind me of the babe

what babe?

the babe with the power

what power?

power of voodoo

who do?

you do

do what? remind me of the babe

BarakKhazad dijo...

Then baby said:
Dance magic, dance
(dance magic, dance)
Dance magic, dance
(dance magic, dance)
Put that baby spell on me
Jump magic, jump
(jump magic, jump)
Jump magic, jump
(jump magic, jump)...

^^

peliculóoooooooooonnnnn! XD

Creu dijo...

Me esta gustando esto mucho mas que tu anterior relato, se te nota mucho mas suelto y el ambiente esta mas conseguido. Felicidades, sigue con ello que me tienes intrigado.

Anónimo dijo...

Yo voy a seguir destacando los momentos más memorables de cada capítulo.... "Zí, un cuerno de wyvern!!" Jajaja

Anónimo dijo...

ah! y enhorabuena Fer por las ilustraciones, sin ellas la historia no sería lo mismo

Anónimo dijo...

Mola, debo decir que consigues enganchar al lector, o a mí al menos, cosa que tiene más mérito aún, ya que nunca he sido fan de este tipo de historias. Segi horrela!

KISSES&HUGS

BarakKhazad dijo...

Creu, te refieres más el del Rey de los Goblins que el Lobo, o más esta historia que la historia de barbas, hachas y leches de cuando el ogame?
Gracias por el comentario!

Chispita, son los momentos "mattel" como dijo Verdeº en El Lobo... en adelante los llamaré "momentos chispita", e intentaré incluir alguno en cada capítulo XD

Ander, últimamente me estoy volviendo aficionado al shonen manga y al seinen manga, a causa de influencias externas... v_v quién me lo iba a decir a mí... no sé, a veces pasa... ya ves, yo hace tiempo pensaba casarme con una mujer y tal... me alegro de conseguir crearte algo interés siendo que a priori esta temática no te va.

el tercer capítulo ya está escrito. Estoy esperando a que Fer lo ilustre. :)
u wanna a little teaser? LOL


El colgante

El encapuchado da varios pasos firmes y rápidos hacia el Rey de los Goblins. Este vacila y retrocede. A dos metros de distancia del gigantesco goblin, el encapuchado alza un brazo con cierta parsimonia y dirige su palma abierta hacia la cara del Rey.
- Hu-huh... ¿Qué...?
El confundido Rey de los Goblins es incapaz de terminar su frase, porque de repente una inmensa fuerza invisible sacude todo su cuerpo hacia atrás y lo hace impactar de forma violenta contra la pared de roca de la cámara. La presión es tal que el Rey deja escapar un grito de dolor y queda sin resuello, cayendo al suelo. La lanza que sostenía cae también al abrir la mano, rebotando en la piedra y deteniéndose a varios metros de distancia. El encapuchado baja de nuevo su brazo.
[...]

Anónimo dijo...

jajajajaja cada vez ta mas interesnte jejeje y yo lo leo antes q el resto de los mortales muajajaja XDDD :PP poss sin meter presion por los dibujos eh q aun tngo los de clase XDD

Anónimo dijo...

Ooooooooooooh!!! Cómo me mola!!!! Tuve que abandonar la lectura de tus relatos por fuerza mayor pero me estoy reenganchando (es lo que tienen las horas de beca sin nada que hacer o con cosas incomprensibles que hacer... ) Me encanta este segundo, el momento encapuchado, I love it!!! Es un mago es un mago es un mago, y malo además? Voy a seguir leyendo :-D

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